El Asesor Senior de Energía, Industria 4.0 y 5.0, Alberto Martinez Zabaleta, cuestiona si el sistema eléctrico sería capaz de generar suficiente energía para dar respuesta a la descarbonización del transporte, de manera que si todos los vehículos, tanto automóviles como camiones, fueran eléctricos en el corto plazo.

De esta manera, comparte su análisis teniendo en cuenta que durante el año 2023, en España se consumieron 6 millones de toneladas de gasolina (95 y 98) y 21,6 millones de toneladas de gasóleo en el sector automotor.

Aquí estima un consumo medio de 6,5 litros/100 km para automóviles de gasolina, 5,6 litros/100 km para los de gasóleo y 15 kWh/100 km para los vehículos eléctricos y asume que los vehículos eléctricos (VE) recorrerían la misma distancia que los de combustión interna.

“Bajo estas condiciones, el sistema de generación eléctrica debería aumentar su producción en aproximadamente 85-90 TWh/año”, describe y explica que esto implica un aumento del 1,3 veces en la generación eléctrica peninsular del año 2023, que fue de aproximadamente 260 TWh.

En este sentido, si se tiene en cuenta exactamente la misma estructura de generación, puntualiza que, alternativamente, se necesitaría aumentar la producción nuclear 1,6 veces, la hidroeléctrica 3,5 veces, la eólica 1,4 veces o la fotovoltaica 2,3 veces para cubrir esta demanda adicional.

Sin embargo, observa que “estas tecnologías ya tienen prioridad de funcionamiento, no pueden generar mucho más y quedan los ciclos combinados, que hubiesen debido multiplicar su producción más de tres veces: De 1.600 horas equivalentes a plena carga, pasarían a 5.200, lo que podrían hacer sin problema”.

Debido a todo esto, Martinez Zabaleta enfatiza en la importancia de garantizar el suministro eléctrico a corto y medio plazo, destacando la creciente complejidad del mercado eléctrico y su interacción con la implementación de vehículos eléctricos.

Teniendo en cuenta que muchos consultores solicitan una mayor penetración de los vehículos eléctricos en el parque automotor español para dar mayor equilibrio de oferta y demanda al sistema de energía para garantizar la rentabilidad de los productores, ¿la descarbonización de este sector es una forma de aumentar los precios en el mercado energético?

En diálogo con Energía Estratégica España, Martinez Zabaleta subraya la importancia crítica de ambos ecosistemas, energía eléctrica y transporte, y advierte sobre los riesgos de desestabilizar aún más el sistema eléctrico al aumentar la penetración de generación renovable sin abordar adecuadamente la cuestión del almacenamiento. 

En este contexto, sugiere que cualquier intervención en el sector del transporte debe ser cuidadosamente evaluada para no agregar una complejidad adicional al sistema energético ya desafiante.

“La caída de la demanda por sí misma no debería de suponer un problema grave”, expresa el asesor, ya que se observa desde hace varias décadas debido a mejoras en la eficiencia y cambios en la estructura económica. 

No obstante, sobre los desafíos que enfrenta el mercado eléctrico relacionados con la oferta los explica: “Existen dos escenarios: uno coyuntural, propio de la época del año, y otro estructural, gracias a que la potencia renovable instalada creció con el objetivo de maximizar (garantizar) el suministro con esas fuentes no gestionables”.

En cuanto al primer escenario, detalla que desde los años 80 se realizaban las paradas de nucleares y de carbón por el alto nivel de los embalses y que “ahora este efecto se ve incrementado por el vertido de eólica y fotovoltaica”.

Sobre el segundo, aclara que este cambio en la dinámica del mercado eléctrico ha generado una mayor volatilidad. 

Por su parte, el manejo de la oferta y la demanda en el ecosistema del transporte se basa en sistemas de almacenamiento de combustible bien establecidos, lo que contrasta con la falta de soluciones efectivas para el almacenamiento en el sector eléctrico, según Martinez Zabaleta.

Por último, concluye: “Ambos ecosistemas son críticos para nuestra sociedad. El primero lo hemos desestabilizado con la generación renovable sin haber resuelto antes la cuestión del almacenamiento y tiene que haber muy buenas razones para desestabilizar el segundo añadiendo a la vez aún más complejidad en el sistema resultante”.