Este martes se dio el primer debate político en donde se discutió la propuesta de la Comisión Europea para modificar el mercado eléctrico. La Ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se mostró optimista ante el documento, aunque sostuvo que será necesario seguir trabajando en ella.
La primera de las modificaciones postuladas hizo referencia a “reequilibrar” la convivencia de los contratos bilaterales y por diferencias, ya que observó que la propuesta da lugar a incentivar inversiones que compiten en desigualdad de condiciones.
“Es un poco absurdo que las subastas por contratos de diferencias se prioricen a aquellos que han firmado un PPA como propone la comisión”, sentenció Ribera.
En segundo lugar, se recomendó incluir políticas comunes para la gestión de la demanda y el almacenamiento en el documento final.
Pese a que la propuesta deja en claro su importancia y da entidad a la figura de los mercados de capacidad, da neutralidad regulatoria frente a su desarrollo.
En este caso, Ribera enfatizó en trabajar por una regulación comparable en todos los países y afirmó: “No se trata de establecer parches, sino de construir el business case que está detrás”.
Asimismo, hizo hincapié en mantener instrumentos que hayan servido frente a la situación de emergencia, ante situaciones futuras de estrés posibles como los topes a ingresos.
“Tenemos que tener capacidad de dar respuesta inmediata a la crisis de precios y la introducción de topes de ingresos que ya ha sido utilizada como mecanismo de emergencia”, describió la líder española.
Otro de los aspectos en lo que propuso seguir trabajando es en la protección a los consumidores domésticos y PYMES, para que cuenten con una reforma regulatoria y no con una autorización de cobertura.
“En situaciones excepcionales debemos poder utilizar los presupuestos generales y, por tanto que la cobertura dependa de la capacidad fiscal de cada estado miembro, cuando sabemos que en estas circunstancias hay margen regulatorio para proteger a los consumidores”, añadió Ribera.
Por último, sugirió que, frente a medidas como el fomento de la contratación a plazo a nivel transfronterizo, se debe tener en cuenta la situación geográfica de cada país.
“Creemos que la reforma estructural está en el origen del mayor diferencial de precios entre las industrias de Estados Unidos y las Europeas, el precio a la electricidad como consecuencia del marco regulatorio”, concluyó la Vicepresidenta tercera.
La propuesta europea
Durante el discurso de conclusión, desde la CE destacaron la convergencia de las propuestas y auguran buenos debates a lo largo del año.
La próxima reunión será el 1 y 2 de junio de este año y se espera que se llegue a un acuerdo antes de diciembre, durante la presidencia española.
El documento emitido por la Comisión Europea el 14 de marzo, junto a recomendaciones para profundizar en medidas que den flexibilidad a la red, tiene como objetivo hacer que el mercado de la energía sea más resistente y estable, proteger a los consumidores y las empresas de la volatilidad de los precios de la electricidad a corto plazo e impulsar las inversiones en energías renovables.
Para desacoplar el precio del gas del de la electricidad, se propone impulsar los contratos a largo plazo de suministro energético por dos vías.
Por un lado, introduciendo incentivos a contratos PPAs. Por otro, contratos por diferencias en todas las subastas estatales con generadores de energías renovables que previamente han realizado inversiones apoyadas con fondos públicos.
En este tipo de contratos, el Estado y las compañías energéticas acuerdan un precio determinado para garantizar a la firma una «fuente estable» de ingresos.
Por lo tanto, si el precio de mercado es inferior al acordado, las autoridades públicas pagan la diferencia a la energética; pero si es superior, es la compañía la que transfiere la diferencia a las arcas públicas.
Se podrán beneficiar de este tipo de contratos las inversiones no sólo en energía solar o eólica, sino también en la tecnología nuclear.
Para garantizar el suministro eléctrico a los consumidores vulnerables, en caso de que no puedan hacer frente a las facturas, permite a las capitales «ampliar los precios minoristas regulados a los hogares y las pymes en caso de crisis».
Además, fomenta que los particulares que generen su propia electricidad, por ejemplo con placas fotovoltaicas, puedan vender el excedente a sus vecinos y no sólo a las compañías eléctricas.
Otros temas tratados
Luego de algunas modificaciones presentadas por la presidencia sueca, el Consejo de Transportes, Telecomunicaciones y Energía de la Unión Europea ha aprobado el paquete de gas e hidrógeno, que ahora pasará a ser debatida en el Parlamento Europeo.
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